Por Gianni Merlo
Presidente de Asociación Internacional de la Prensa Deportiva (AIPS).
Discutere sul sesso degli angeli. En español: discutir sobre el sexo de los ángeles. Es una expresión italiana es una expresión italiana que define discusiones profundas y de alto nivel sobre cuestiones marginales o irrelevantes, ignorando cuestiones mucho más serias del momento. Se cree que el dicho se remonta al período bizantino, cuando los teólogos de la ciudad debatían sobre el sexo (masculino o femenino) de los ángeles entre ellos, incluso cuando las tropas de Muhammad II estaban a punto de asaltar Constantinopla (hoy Estambul), en 1453, y dar por terminado el Imperio Romano de Oriente. Tenemos la sospecha de que muchos de los principales líderes deportivos probablemente se encuentren debatiendo los detalles filosóficos y financieros del deporte en lugar de ir directamente a resolver un problema. El Coronavirus llegó con el poder de un tsunami para cambiar la vida de los afectados. Su onda anómala y maligna no se destruye instantáneamente, sino que continúa con el tiempo como lo hizo Chernobyl.
El presidente del COI, Thomas Bach, programó una conferencia telefónica con otros líderes deportivos para encontrar soluciones. Aquí yace el problema. Discutirán, como sucede a menudo, el género de los ángeles, harán suposiciones y todos tratarán de tirar del agua al molino, o se darán cuenta de que es necesario comenzar de inmediato a poner en marcha la reforma de los calendarios internacionales. Claramente, el tema más apremiante del momento.
LOS JUEGOS Y LA ALDEA. Los Juegos de Tokio teóricamente podrían tener algunas esperanzas débiles si el Coronavirus fuera derrotado en todo el mundo en los próximos dos meses. Esto claramente es una ilusión piadosa. Ahora que el virus fue declarado una pandemia global, es poco probable que cada país salga rápidamente y al unísono. El virus se expandirá cada vez más como las manchas de un leopardo y, por lo tanto, será difícil de erradicar, a menos que se encuentre una droga milagrosa mañana. Entonces, ¿cómo entrarán las delegaciones de 205 naciones o más en la Villa Olímpica en perfecto estado de salud en julio? Todos tendrán que ser puestos en cuarentena primero. De lo contrario, la Villa podría convertirse en una Zona Roja en un instante. Pero también esta posibilidad parece imposible según el discurso del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ayer. Al referirse al final del contagio del Coronavirus según los expertos, Trump dijo: “Veremos qué sucede, pero creen que agosto, podría ser julio, podría ser más largo que eso”.
POSTERGADO. Por supuesto, hay sugerencias para mover los Juegos a octubre, como los que se celebraron en 1964. Pero, ¿cómo sería posible administrar el alojamiento, teniendo en cuenta que la capital japonesa ya está llena para muchos otros eventos no deportivos? Además del hecho de que muchas redes no lo aceptarían. También debemos considerar que el deporte en este verano del hemisferio norte necesita tratar de sobrevivir con pocos eventos competitivos. Pero eso no sería suficiente. Posponer los Juegos para 2021 es una hipótesis agradable, pero poco confiable porque todas las federaciones internacionales están planeando sus Campeonatos Mundiales para el próximo año. Es prácticamente imposible que puedan hacer explotar el trabajo de esos comités organizadores. La única solución podría encontrarse en la primavera, pero muchos deportes ya estarán involucrados en grandes eventos que deben ser convencidos de moverse un poco como lo hicieron este año. Por ejemplo, los mejores maratones. El fútbol estará en la posición más delicada.
LA HIPÓTESIS 2022. Ciertamente, es posible pensar en posponer los Juegos hasta 2022, dado que en ese año en invierno están los Juegos de Invierno en Beijing y en noviembre la Copa Mundial de la FIFA en Qatar. En ese caso, se sugiere que los Juegos de la Commonwealth y Asia, así como otros eventos, sean cancelados o trasladados. Esta también es una solución complicada porque todos intentarán defender su territorio.
LA MONTAÑA DEL DINERO. Si se cancelan los Juegos de Tokio, el COI vería salir por la ventana unos miles de millones de dólares. Ciertamente, podría recuperar algunos fondos porque el COI está indudablemente asegurado, pero el organismo que gobierna los Cinco Anillos no podrá garantizar la misma porción de dinero que compartió en el pasado con Federaciones Internacionales, Comités Olímpicos Nacionales y Solidaridad Olímpica (mil novecientos de dólares estadounidenses). Y esto no es poca cosa, porque sin este dinero muchas federaciones internacionales y comités olímpicos podrían enfrentar la bancarrota.
¿QUÉ HACER? Las principales figuras del deporte deben trabajar juntas para transformar el calendario internacional. Actualmente, el calendario está obstruido con la creación de nuevos eventos anuales, algunos de los cuales son totalmente inútiles. Se debe crear un nuevo calendario, teniendo en cuenta el hecho de que en el futuro se debe encontrar un período, durante el año, libre de compromisos donde sea posible recuperar eventos cancelados debido a fuerza mayor. Esta idea probablemente será considerada una utopía por muchos, pero pronto será una necesidad. También hay quienes dijeron que el Coronavirus era una broma y ahora estamos experimentando una verdadera pesadilla.
*Traducción al español del texto original, publicado en inglés en Aipsmedia.com.
